17/8/09

Septima semana - Tour por Turquia

Ahora suena: Boom boom pow de Black Eyed Peas

Esta semana ha sido un poco caótica, así que haré un resumen puesto que no he podido escribir tanto como quisiera, ya que no tenía casi tiempo y cuando lo tenía prefería descansar o dormir.

El Domingo fue un poco lio, me preparé una hora antes de que llegara el vuelo de mi familia, bajé a recepción para preguntar cómo ir y me dijeron que tenía que coger un taxi por 100 liras, yo no tenía tanto dinero, así que me tocó coger el taxi hasta la ciudad, sacar dinero y volverlo a coger hasta el aeropuerto que estaba súper lejos.

Al llegar el vuelo acababa de aterrizar, al mismo tiempo que otro, y entonces se formó una cola tremenda para pagar los visados y pasar los controles de pasaportes, mis padres estaban al final de la cola así que se tiraron más de una hora para salir y yo muriéndome de hambre y aburrimiento. Cuando salieron cogimos las maletas, fuimos a buscar a la guía y nos subimos en un bus que nos llevó a la primera excursión, una fortaleza escavada en roca. Allí nos dijo la guía que nuestro hotel no era en el que yo me había hospedado, así que me tocó volver con mi madre a por la maleta y trasladarnos al otro y acostarnos pronto.

El lunes nos levantamos mi madre, Moni y yo a las 4:30 para coger un minibús que nos llevaba en medio de las colinas de la Capadocia para hacer una excursión en globo, súper chulo, hicimos mil fotos y después aterrizamos en medio del monte y nos vinieron a buscar un grupo de maromos para desmontar el globo enorme y subirlo a un camión. Cogimos el minibús de vuelta, nos reunimos con los que no vinieron, desayunamos y nos fuimos de visitas.

Fuimos a ver los valles, las capillas y casas excavadas, las chimeneas de hadas, una fábrica de joyas y una de alfombras. Al volver al hotel dormimos un rato y por la noche nos fuimos a un restaurante donde vimos un espectáculo de noche turca que consistía en servirnos algo de picar y bebida mientras veíamos a bailarines y bailarinas representando diversos bailes y tradiciones, muy chulos, también nos sacaron afuera a bailar alrededor de un fuego y al entrar sacaron a gente a bailar al centro con los bailarines o con una bailarina del vientre muy graciosa, aunque a mí me gustó más la que vimos en Ankara.

El Martes nos levantamos pronto para recoger las maletas y pasarnos el día en bus para ir hasta Pamukkale, menudo palizón. Por el caminos hicimos algunas paradas como una ciudad subterránea, el templo de los Derviches y otras simplemente para descansar, pero acabamos reventados.

Además mis hermanas se han puesto malas del estomago, al igual que mucha gente del grupo y se pasaron el viaje vomitando y yendo al baño. Todos decían que sería algún virus o alguna comida de un sitio que fuimos que estaría mala, pero no yo pensé que no podía ser porque otros grupos que venían de otros sitios también tenían casos, así que lo más probable es que lo que pasara es que la gente no tolera la comida de aquí y se ponen así, lo mismo que me pasó a mí los primeros días, pero a cada uno le afecta de una manera.

Al llegar al hotel por la noche algunos se fueron a las piscinas termales, pero yo me quedé en la habitación en internet, que ya tenía ganas.

El Miercoles otro madrugón para desayunar, recoger las maletas e irnos de visitas, hoy tocaba las cascadas blancas de Pamukkale y la Hierápolis, muy chulas, también la casa de la Virgen María y la ciudad romana de Efeso, súper bonita. Algunas personas se han perdido las excursiones porque se encontraban fatal y se han quedado en el bus, una lástima porque estaban muy chulas, y además es dinero perdido…

Por la noche hemos ido al aeropuerto de Izmir para coger un vuelo a Estambul y llegar al hotel para dormir.

El resto de días fue un no parar, vimos las cosas más importantes aunque tres días no dan para todo y encima acabamos reventados. Vimos mogollón de mezquitas como la Mezquita Azul o Santa Sofía, palacios, el Bazar de las Especias y el Gran Bazar donde compré algunos regalitos.
Estos días lo he pasado muy bien con mi familia, hemos hecho mil fotos, mis hermanas se han recuperado así que hemos hecho mucho el mono, pero es una lástima que no hemos podido comer comida típica porque siempre nos llevaban a sitios turísticos donde nos ponían comida algo más tolerable para la gente.

Estambul esté muy bien, pero tampoco es tanto como lo pintan. Es enorme, 14 millones de habitantes, está entre Europa y Asia, separada por dos canales en tres partes, nuestro hotel estaba en la parte antigua europea, cerca del Gran Bazar, la zona moderna y de salir estaba en la otra parte europea y la última parte se encontraba en Asia, pero no era tan importante. El tráfico como siempre un caos, taxis y buses por todos lados, mares de gente, casas amontonadas en algunas partes y en otras, como las orillas del mar, algo más esparcidas con trozos de bosque en medio.

El viernes por la noche quedé con Ali en Taksim, la plaza más grande y concurrida de la ciudad desde la que parte una calle que comunica con la Torre Galata, una torre desde la que se puede ver toda la ciudad sin límites en 360o. Ésta calle es donde se encuentran todos los sitios para comer, comprar y salir, así que está a reventar de gente las 24 horas. Nos fuimos a un bar con un amigo suyo para tomar algo y después ir a las discotecas de ambiente.

Las discotecas estaban muy bien, no eran muy grandes, pero me gustaron porque estaban dentro de edificios antiguos rehabilitados como un teatro o bajos antiguos. La música estaba bien, aunque a veces demasiado turca, la entrada gratuita, pero las bebidas algo caras para compensar, la gente en general no me molaba, como siempre, pero había algunas excepciones.

Ali se supone que había quedado con algunas personas antes de venir así que se pasó la noche pegado al iphone para hablar con ellos, pero al final se ve que no quedó con nadie. Yo me quedé bailando y emborrachándome con su amigo, muy majo y algo mono, hasta que nos acabamos liando.

Al final decidimos irnos juntos y Ali se quedó allí para ver que conseguía, nosotros cogimos un taxi y nos fuimos a su casa. Pasé la noche allí, me lo pasé muy bien porque me gustó mucho como me trató, el chico flipaba conmigo y sobretodo se enamoró de mi olor, dice que huelo a limpio y que nunca había olido a alguien así, jeje.

El Sabado me levanté súper pronto para ir al hotel para reunirme con mi familia para desayunar y hacer las excursiones, pero estuve todo el día reventado porque no pude dormir casi, pero estaba feliz.

Por la tarde aproveché para dormir y por la noche me despedí de mi familia con mucha pena y me fui con éstos para repetir el mismo plan. Esta vez acabamos en otra disco algo más chiquitaja donde Ali había quedado con uno, yo estuve mirando el panorama, pero no me moló así que me volví con el amigo de Ali. Esta vez menos borrachos, más concentrados, con más tiempo para dormir, mucho mejor. Por cierto, me regaló un collar de los que estaba buscando, con bolitas negras y daditos negros, muy chulo, y además se pasó los días invitándome a todo sin dejarme pagar, ¡qué tío!

El Domingo nos levantamos y después de un poco de fiesta nos fuimos a desayunar a Taksim a una terraza muy chula, pero yo no me encontraba muy bien por la cena de anoche y el alcohol, así que descansamos un rato y luego subimos a la Torre Galata.

Al bajar nos encontramos con Ali, que nos contó que anoche había ido con el chico éste a casa de un amigo suyo donde se había juntado con más gente, tíos y tías, entre ellos tres chaperos, que iban súper drogados y empezaron a hacer una especie de orgía un tanto asquerosa. Ali se negó a unirse y se fue con el otro a una habitación para estar solos. A la mañana siguiente vio como había quedado la fiesta, horrible, y se volvió con nosotros.

Cuando nos juntamos nos fuimos a tomar algo, Ali fue a por su bolsa para dárnosla e irse con el cura y nosotros nos fuimos a mi hotel a por la maleta y volver a Taksim. Comimos algo y nos reunimos con Ali para coger el bus que nos llevaría a Ankara.

Despedida triste, yo me lo pasé súper bien durante todo el viaje, con mi familia, con ellos, con las visitas, con todo, y además no quería volver al trabajo.

Después de cinco horas de bus llegamos a Ankara, cogimos un taxi hasta casa y al llegar Ali me preparó la cama de la habitación de al lado para que yo durmiera allí, le pregunté si iba a dormir allí y me dijo que sí, yo pasé de hablar porque estaba reventado, así que ya le preguntaré si quiere volver a dormir conmigo o no, porque yo sí que quiero, aunque también me gustaría poder traerme a alguien de vez en cuando…ya veré.

Ahora vuelta al trabajo rollero, solo quedan dos semanas, ¿alegría o tristeza?

1 comentario:

  1. Cari, eres una zorra. Tu "yo sí puedo" nos ha dado para más de una risa en el InteRail... ^_^

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